Para niños y niñas de entre los 4 y 5 años de edad.
Es la mejor forma de asegurarnos de que nuestros hijos crezcan con unos valores propios: respeto, dedicación y afán de superación, los pilares de nuestra enseñanza.
Las clases aportan diversión y mejoran la comunicación, la memoria y la atención. Los alumnos aprenderán Karate desde sus orígenes. La motivación y el compañerismo van de la mano para la formación del carácter de los futuros Karatecas. Motivaremos la confianza en sí mismos para que sean capaces de tomar decisiones, reconocer problemas en la vida diaria y resolverlos de manera independiente.
Si dudas, la mejor actividad para nuestros hijos.