Éxito o fracaso en las Artes Marciales.

Las Artes Marciales son actividades que muchas personas deciden empezar por diversas razones: realizar actividad física, aprender un sistema de lucha, trabajar la Defensa Personal e incluso simplemente, por hacer algo diferente en su tiempo libre.

Pero hay algo que debemos tener en cuenta a la hora de empezar cualquier disciplina marcial, y es que, las Artes Marciales no tienen un “fin”, simplemente acaban cuando decidimos dejarlo, y es muy común escuchar a gente decir: “En este curso” quiero aprender Artes Marciales, y ahí, es donde nos encontramos el primero gran error. En las Artes Marciales no existen los cursos, el aprendizaje es constante, sin descansos, sin intermedios… sin pausas. Y es que, con la llegada de la época estival, vemos como las Escuelas de Artes Marciales se llenan de pequeños y adultos, que empiezan con muchas ganas e ilusión, pero realmente en sus mentes saben que lo dejarán cuando llegue septiembre, y lo mismo ocurre en enero, con los propósitos de año nuevo… que rara vez llegan a mayo.

“Tres de cada diez alumnos que empiezan, realizan un año completo de entrenamiento”.

¿Y porqué tanto fracaso y abandono? La principal razón es: el sacrificio y la disciplina que requiere la practica de cualquier Arte Marcial, estas no están hechas para personas vagas, gandules, dejados, gente poco comprometida o con escasa perseverancia. En el caso de los peques, a veces los padres, son los que deciden quitar a sus hijos de esta actividad por que son ellos los poco comprometidos con sus hijos.

La realidad de las Artes Marciales es que el sacrificio debe vencer al ego, la disciplina a la vaguedad y la dedicación a la desgana.

Los tres tipos de abandono:

El indeciso: Son aquellos que llegan a las escuelas de forma tímida, sin saber si realmente quieren hacer Artes Marciales o un curso de cocina. Prueban las clases, leen sobre ello, se informan e intentan pagar la cuota mas baja, para luego no durar ni apenas unos meses por que les resulta muy difícil compaginarlo con su “otro” horario.

El motivado: Son los que entran con fuerza, no necesitan información, les da igual el precio, lo que quieren es entrenar y aprender. Se compran todo lo necesario… 3 clases duran. Normalmente se marchan sin avisar.

El veleta: Aquellos que vienen de otra Escuela, que han practicado mil y un estilos diferentes de Artes Marciales. Se desenvuelven y hablan como expertos y siempre dicen: me encantan las artes marciales. Pero la verdad es que nunca “acaban” de conocer ninguna. Por normal general duran muy poco.

¿Como evitar caer en el abandono de la practica?

Lo primero a tener en cuenta es si realmente queremos practicar Artes Marciales, ya sea por que nos gusten o por que creamos que es lo mejor para nosotros o nuestros hijos. Una vez aclarado este punto debemos seguir estas pautas:

• Busca un Arte Marcial, Academia y Maestro que te guste por completo, si hay algo que no te gusta, será la excusa perfecta para dejarlo.
• Tener la Academia cerca de casa, aunque esto realmente no es problema, se da en muchos casos de fracaso por esta razón.
• No seas demasiado exigente durante al menos los 6 primero meses. Proponerse metas demasiado altas es sinónimo de abandono.
• Cuadra tus horarios con los entrenamientos. Si no eres capaz de dar al entrenamiento su prioridad, las Artes Marciales no son para ti.
• Entrena como mínimo de 3 veces por semana, si no es así crearás una mala rutina de entrenamiento.

Para la práctica de Artes Marciales se necesita: Disciplina, respeto y dedicación.